Le falta de acá, le sobra de allá, retocándolo pero siempre juntos.

Ayer cumplimos ocho meses.

Ocho meses de cosas hermosas, de risas, llantos, tonterías, de abrazos, de besos, de caricias, de momentos en el cual debemos ponernos firmes, momentos en los que no tanto. Momentos de extrañarnos, de estar lejos, de encuentro, de puro y verdadero amor. Ocho meses de ser nosotros, de vivir esto tan único y que nos hace tan felices. Ocho meses de haberte encontrado. Siempre lo digo: llegaste a mi vida de una forma inesperada y completamente insólita. No esperaba encontrar a alguien como vos en ninguna parte del universo y, sin embargo, acá estás haciéndome la mujer más feliz del planeta, cada segundo. Enseñándome que el amor no es un sentimiento de mierda como creía sino que es lo más lindo que puede pasarle a alguien. Y sabés qué? Lo más hermoso de  todo es que me pase con vos, porque vivir todo esto a tu lado es lo más maravilloso que me pasó en la vida. No podría imaginarme al lado de otra persona, no puedo ni quiero, sé que es con vos con quien quiero pasar el resto de mis días, lo supe desde la primera vez que te ví  ese primero de abril, mientras esperaba a los Foo Fighters sentada en la entrada del Four Seasons.
A las dos semanas de estar juntos el "te quiero" ya nos quedaba demasiado chico pero ninguno de los dos se animaba a decir el primer "te amo". Y vaya que lo hiciste de una forma original: una noche que fui a tu casa, abrí la puerta de tu cuarto y había cinco hojas en tu cama que juntas formaban un gran "Te amo". Con el corazón en el pecho, sin poder creer lo que estaba leyendo, me di vuelta y estabas ahí, mirándome con ternura y sonriendo, tan hermoso. Te abracé y te dije que te amaba, sentía que iba a explotar si no te lo decía. Se tornaba insoportable eso de decirte un simple y vacío "te quiero mucho" cuando en realidad me moría de ganas de decirte "te amo como a nadie en el mundo". Me acuerdo de cuando recostados en la cama me decías todo lo que yo significaba para vos. Mientras te escuchaba juro que no podía creer que fueras real, tenía miedo de estar imaginando cosas, tenía miedo de estar soñando. No podía creer haber encontrado a un ser tan perfecto para mí, dispuesto a entregarme todo tu amor y todo en tu vida para hacerme feliz. Lloraba de emoción en tu pecho porque no podía decir nada, me habías dejado completamente muda. Nunca me voy a olvidar de todas estas cosas, porque realmente se dieron de una forma muy única y especial, todas en el momento perfecto de la forma perfecta. Nosotros nos encargamos de hacer que cada momento juntos sea inolvidable y que cada palabra quede en el recuerdo para siempre. Te lo dije un millón de veces y lo repito otro millón más: no necesito nada más en la vida si estoy con vos, ya no hay nada a lo que le tenga miedo porque sé que te tengo. En los momentos en los que pensaba que iba a reventar de tensión y angustia, pensar en nosotros me regresaba la paz y la felicidad. Ahora tengo una razón para levantarme todas las mañanas, y esa razón sos vos.
Ocho meses no son nada de todo lo que nos queda por vivir juntos, si hasta este momento fue todo tan hermoso queda esperar que todo lo que viene será mejor. Sos más de lo que yo soñé y más de lo que podría pedirle a la vida, te amo tanto, pero TANTO que realmente no hay forma de pasarlo a palabras. Gracias por estos ocho meses y, sobretodo, gracias por soportar todas mis locuras y ser parte de ellas .

TE AMO.