sd

sábado, 1 de octubre de 2011

La concha de su madre.
Al final, ¿cómo es la cosa? Yo ayudo a todo el mundo cuando lo necesita, ando haciendo de todo para que los demás estén contentos, me perjudico para ayudar a otro pero cuando yo necesito por única vez algo, a que no saben...NO HAY NADIE. Todos tienen algo más importante que hacer o una escusa perfectamente pensada. ¡Qué bien! ¡Vaya ami
gos que tengo! Por ejemplo, por ser una buena persona y prestarle a Farrell mis hojas de Geografía el viernes, se olvidó de darmelas y ahora no puedo estudiar para el examen del martes. LA RE PUTA QUE LOS PARIÓ A TODOS. Necesito estudiar, encima es un temario del tamaño de la Biblia y no me va a dar el tiempo ni el cerebro para estudiar todo junto el lunes.

FUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!

Juro que nunca más hago algo por alguien. Siempre so
y yo la pelotuda que se perjudica y después por eso termino haciéndome mal. Ahora sé que no voy a aprobar ese exámen cuando necesito aprobarla más que nunca y MIERDAAAAAAAAAAAAAAAA. ¿Por qué siempre todo me pasa a mi? ¡Ni una buena! NI UNA. Soy una pelotuda y me odio cada vez más. La próxima vez que me pidan algo lo único que van a obtener de mi parte es mi hermoso dedo levantado de ésta forma:


No se dan una idea de la depresión que tengo, no solo por esto, por un millón de cosas más. Les juro que estas fueron de las peores semanas en mi vida. No puedo contar con nadie y ya estoy cansada de esto, en serio. A veces necesitaría las palabras de alguien más aunque sea para guiarme, pero no hay nadie nunca dispuesto a escucharme o a entenderme. No hay nadie nunca para nada.

Pero obvio, Alma está para todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

♥ Escribe aquí ♥

Followers