Hugh Laurie en Argentina.

En una hora aproximadamente tengo que ir a buscar a mi novio a Buquebus, pero debo, necesito, tengo que darme este tiempo para sentarme a escribir lo que viví ayer: Hugh Laurie en Argentina. Si hay algo que no me esperaba que pasara jamás en mi vida es ver a este hombre en persona y mucho menos tener dos horas y media completas para disfrutarlo y admirarlo. Me sorprendió cuando sacó el disco y, a decir verdad, viniendo de él me esperaba algo completamente único, y así fue: el disco es perfecto.

¿Cómo puedo trasladar a palabras algo que pareció un fantasía desde que empezó hasta que terminó? Es decir, tras haber visto a la mayoría de mis bandas preferidas en vivo puedo asegurar que no hay sensación más magnífica que cuando estás entre medio del público viendo y escuchando a la banda que te vuela la cabeza. Aún así, puedo destacar dos conciertos que fueron para mí algo completamente irreal y perfecto: Cuando ví en vivo a U2 que sé que no hay felicidad en el mundo más grande que la que yo tenía cuando estaba viéndolos, y ayer cuando ví a Hugh Laurie. ¿Por qué los destaco de esta forma? Porque ambos me dieron algo que sólo sentí esas dos veces en mi vida, algo que no me pasó en los demás conciertos, esa energía, ese sentimiento tan particular e insuperable, esa alegría extrema que produce que no dejes de sonreír en ningún momento, que minuto tras minuto sientas escalofríos en la piel, que el pecho va a estallarte de felicidad y, ¿por qué no? Las incontrolables lágrimas que empiezan a surgir de la nada, que va de la mano con todos los recuerdos y los sueños que siempre implicaron a la persona que estás viendo enfrente tuyo. Tanto U2 como Hugh Laurie desprendieron arriba del escenario esa…no sé cómo llamarlo la verdad, ¿esa energía? ¿ese halo? No todas las personas lo tienen, es difícil de explicar, pero personalmente pienso que tiene que ver con el aura de cada persona, y ellos deben tener el aura más fuerte que presencié para pisar un escenario y difundir de forma inmediata tanto resplandor.

No digo que es fue el mejor concierto de mi vida porque ese lugar lo tiene U2 y así va a ser siempre, pero insisto en que fue una de las cosas más increíbles que escuché en mi vida. Hizo una pasada completa a todo el álbum, los músicos eran algo de no creer, más allá de él que es una persona indiscutiblemente sorprendente. Musicalmente increíble, automaticamente anulé todo mi alrededor mientras quedaba totalemente atónita mirándolos. Además de que no es un estilo de música que yo esté acostumbrada a escuchar en conciertos, así que fue completamente nuevo.

Inició el concierto acercándose al micrófono, dándonos la bienvenida arrodillándose en el piso hacia el público y haciendo una reverencia, en ese momento pensé “no puede existir un hombre tan increíble” y a penas habían pasado dos minutos de show. Haciendo una pausa al final de cada canción, levantándose de forma absolutamente elegante del piano y agachándose en forma de agradecimiento hacia nosotros. Soltando alguna que otra palabra en castellano, participando con el público, dándonos clases de músicos que ya nadie recuerda y, claramente, dando lo mejor de él. Lo que noto en Laurie es que lo hace porque de verdad le gusta, disfruta estar arriba del escenario tocando la música que el ama, se divierte mientras lo hace y lo transmite demasiado bien, ya que como dije, no dejé de sonreír en las dos horas y media que duró. Terminó con una remera de Argentina puesta y se fué, todos habíamos pensado que había terminado, pero apareció y dijo "como la pasé muy bien acá y de verdad son un público increíble, quiero darles una última cosa" y comenzaron a tocar un Tango, es decir, se pasó, demasiado genial para una sola noche.

 

 Ésta última foto fue mas o menos a la tercera canción,tenía arriba del piano una vandeja con vasitos de wisky, los que repartió a cada miembro de la banda diciendo que le parecía agradable compartir un vaso de wisky mientras tocaba música. Y, para dejarnos más sumisos en su esplandor, levantó la copa y brindó por nosotros. Obviamente, saltó medio Luna Park diciendo cosas como "I LOVE YOU".

Oh, ya me tengo que ir. Adiós.